En tiempos de exacerbado reciclado de contenidos, tramas, remakes y secuelas que se repiten una y otra vez; existe una fórmula que nunca pasa de moda. Shakespeare sigue siendo hasta el día de hoy la mayor fuente inagotable de adaptaciones con dramas, traiciones familiares y amores tan épicos como trágicos. En esencia, ‘The Northman’ está basada en la leyenda vikinga que inspiró Hamlet, y qué mejor que llevarla al cine con un director como Eggers quien comenzó su carrera como diseñador y director de teatro, y que, con sólo tres filmes ha logrado imponer un estilo sumamente teatral.
El terror está cambiando con una generación de directores como Jordan Peele (‘Get Out’, ‘Us’), Ari Aster (‘Midsommar’, ‘Hereditary’) y Robert Eggers con ‘The VVitch’ (2015) y ‘The Lighthouse’ (2019). La filmografía del director estadounidense es (por ahora) muy corta, pero no por eso menos impresionante. Con ‘The Northman’ no hace más que ponerle un sello a su estilo autoral: una atmósfera teatral dentro de un escenario sombrío, frío, visceral, surreal y místico. Otro punto en común que tienen sus tres largometrajes hasta la fecha, es el nivel de trabajo e investigación que hay detrás de cada proyecto. El mismo director explicó recientemente que en esta ocasión contó con la ayuda de arqueólogos, historiadores y expertos de la cultura vikinga como su coguionista, el poeta islandés Sjón, para lograr la mayor autenticidad posible y poder reflejar la complejidad de una cultura.
Sin embargo, a diferencia de sus primeras películas, ‘The Northman’ contó con un presupuesto mucho más amplio que le permitió un mayor desarrollo de escenas surrealistas logradas con efectos, un elenco de primera encabezado por Alexander Skarsgård y Nicole Kidman, quienes ya habían participado juntos en la serie de HBO, ‘Big Little Lies’. A su vez, en esta última entrega Eggers deja a un lado su habilidad para el terror característico de sus anteriores trabajos, para dar prioridad a una historia épica, violenta y salvaje.
La historia relata la leyenda vikinga del príncipe Amleth (Skarsgård) en su viaje para vengar la muerte de su padre, el rey Horvendill (Hawke)asesinado por su propio hermano Fjölnir (Bang); y para liberar a su madre, la reina Gudrún (Kidman) capturada por su tío. A lo largo de su travesía, el personaje de Amleth marcado por los hilos del destino, comenzará su recorrido atravesado por una constante sed de venganza como único móvil en su vida.
Los elementos místicos nunca faltan en los filmes del director: si en ‘The VVitch’ era la cabra negra y los rituales asociados a los aquelarres; en ‘The Lighthouse’ es mediante las imágenes de una sirena y las supersticiones de las gaviotas, en ‘The Northman’ el mito folclórico le permitió explorar estos recursos aún más, utilizando distintas ceremonias y castigos vikingos, cuervos y brujas.
Nuevamente la fotografía de Jaris Blaschke, con quien Eggers trabajó en todas sus películas, impacta por sus tonos fríos y grises, en esta ocasión en los paisajes más desolados de Islandia.
El éxito de Michael Hirst con la serie ‘Vikings’ y ahora con su secuela oficial producida por Netflix ‘Vikings: Valhalla’ permitió al público adentrarnos en la cultura y mitología nórdica, conocer sus dioses, ritos, costumbres, historias e idiomas. Las estrategias políticas y militares de Ragnar hicieron de éste un héroe complejo. Sin embargo, un punto que tanto Eggers como Skarsgård comparten es en representar a esta cultura de la forma mas fiel posible, de hecho, el mismo director ha sido muy crítico con la serie de Hirst en cuanto a sus imprecisiones históricas, ya que según él la serie no relata los hechos reales, ni retrata a los vikingos como realmente eran. Al ver ‘The Northman’ queda claro que la investigación previa que ha hecho Eggers es mucho más profunda, sobre todo en relación a los ritos, como el que realiza Amleth de niño con su padre y Heimir (Willem Dafoe) al comienzo del filme. Estas escenas cargadas de un aura mágica y primitiva mientras copian los movimientos de los lobos y danzan alrededor del fuego requirieron de un trabajo de estudio inmenso junto con una gran destreza y plasticidad corporal por parte de los actores.
Las actuaciones, junto con la música y la fotografía, son lo mejor de la película, Alexander Skarsgård se luce en lo que hasta ahora es su papel más complejo, intenso y físico en su carrera. El actor sueco premiado en ‘Big Little Lies’ y miembro de la familia escandinava más reconocida por su talento actoral, nos permite ver otra faceta mucho mas cruda y oscura en su interpretación de Amleth. A Nicole Kidman la tenían guardada para el final, era raro ver a una actriz como ella con muy poca presencia y diálogos, hasta que se reencuentra con su hijo mayor, en una de las escenas más dramáticas del filme donde la actriz australiana despliega sus matices actorales.