Este manual cinematográfico de “licantropía para principiantes” es tan clasicista en su concepción que a fin de cuentas resulta previsible y extremadamente chato. ¿Qué más se podía esperar de Joe Johnston, un autómata propiedad de los estudios cuyos mayores logros han sido Querida, encogí a los niños (Honey, I Shrunk the Kids, 1989) y Rocketeer (The Rocketeer, 1991)? Benicio Del Toro, Anthony Hopkins y Hugo Weaving dignifican pero el combo en general sabe a poco, ni siquiera convencen los CGI en los primeros planos. A pesar de la fórmula del “cazador cazado” y las muchas referencias al Drácula (1992) de Francis Ford Coppola, la clásica rutina sin novedad de las remakes hollywoodenses se hunde en el gore pacato de la luna llena...