Todo por un hijo
A John Matthews (el musculoso y rígido ex “Rápido y Furioso”, Dwayne Johnson) le cambia la vida cuando su hijo es condenado a prisión por narcotráfico. La prolija estabilidad junto a su nueva esposa y su hija pasan a segundo plano cuando se trata de salvar a su hijo mayor.
Pero la decisión no es para nada simple: Matthews debe infiltrarse como agente encubierto en el cartel de drogas más peligroso que opera entre Estados Unidos y México, para poder desbaratarlo. Y si el padre logra este difícil cometido, la fiscal Joanne Keeghan (Susan Sarandon) hará que su hijo recupere la libertad.
A partir de este momento comienza un policial interesante, cuidado, con pulso firme y sin excesos de violencia ni sangre, que a veces resultan distracciones para una trama ausente. Johnson logra crear un personaje terrenal, sensible y desesperado ante el sufrimiento injusto que padece su hijo, manejando las situaciones desde el lugar de padre, pero también desde el lugar de héroe, que busca la justicia por mano propia.
El director Ric Roman Waugh dotó a esta historia real de la emoción y el suspenso en sus dosis necesarias para convertirla en un filme y lograr mantener expectante al público durante 112 minutos. Y las actuación de Sarandon representa un breve pero fundamental rol para que esta historia se desencadene.
“El infiltrado” resulta un thriller recomendable tanto en términos de entretenimiento como en cuestiones cinematográficas. Una película que hace hincapié en la cuestión judicial, la rigidez legal y sobre todo, en la entrega desesperada de un padre por su hijo.