Theodore "Theo" Decker tenía 13 años cuando su madre murió en un atentado en el Museo Metropolitano de Arte. La tragedia cambia el curso de su vida, enviándole una odisea de dolor y culpa, reinvención, redención e incluso amor. A pesar de todo, se aferra a una pieza tangible de esperanza de ese terrible día... una pintura de un pequeño pájaro encadenado a su percha. El jilguero.