Becca y Howie es una pareja de buen pasar económico pero de un pésimo momento personal y afectivo. Hace ocho meses que perdieron a su hijo en un accidente y desde ese día atraviesan un infierno. La película de John Cameron Mitchell no pretende dar golpes bajos ni especular con la obviedad del dolor. Sólo muestra, a través de notables interpretaciones de Nicole Kidman y Aaron Ekhart, el derrotero de estos padres en la noble intención de buscar un camino que les regale, al menos, una sonrisa al final del día. Becca (Kidman) tiene la necesidad de vincularse con el protagonista involuntario del fatal accidente y hasta trata de recibir de buena gana el embarazo de su hermana. Howie (Ekhart) fuma hierba e intenta seducir a otra mujer, pero no podrá ir más allá. "Laberinto" es tan dolorosa como impecable.