El mayordomo

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Gran escenario de la política

Un extenso friso sobre la conquista de los derechos civiles, la esclavitud y el racismo, es lo que propone este drama del director Lee Daniels, de quien ya se ha visto la taquillera "Preciosa", en la que abordaba la historia de una joven negra.

"El mayordomo" es un filme épico y político, que desarrolla la vida de un hombre desde que es pequeño, en las plantaciones del sur de los Estados Unidos, cuando violan a su madre y luego matan a su padre, hasta que casi por un "milagro", del destino logra convertirse en el mayordomo de mayor confianza de la Casa Blanca.

LA RESISTENCIA
Pero no sólo eso, el hombre resiste a los vendavales políticos y sociales de distintas administraciones presidenciales, entre los años 1957 y 1986, por las que pasaron líderes mundiales, como Dwight Eisenhower, John F. Kennedy, Richard Nixon o Ronald Reagan.

El secreto de ese mayordomo, cuyo nombre de pila es Cecil (Forest Whitaker) es saber ver, escuchar, callar (y no opinar). Eso no quiere decir que no sufra ante la injusticia que viven los de su mismo color de piel.

El filme de Lee Daniels también establece un interesante contrapunto, entre los cambios sociales y las leyes civiles y lo que le va a ocurriendo a Cecil, en su propio ámbito familiar, con su mujer Gloria (Oprah Winfrey) y sus dos hijos, Louis (David Oyelowo), el que muere en Vietnam y el más rebelde Charle (Isaac White), líder de los Panteras negras, un famoso grupo terrorista de la década de 1960.

GRUPOS DE DERECHA
La película incluye escenas de noticieros, en los que pueden verse momentos trágicos de los Estados Unidos, como el operar de grupos de ultraderecha como el Klu Klux Klan, o las manifestaciones contra la discriminación, en las que la policía no tiene miramientos a la hora de reprimir.

La vida del mayordomo de la Casa Blanca es el hilo conductor, de este amplísimo panorama político-social e íntimo, que el filme intenta abarcar para hablar de la conquista de los derechos sociales, en los Estados Unidos, hasta la llegada de Barack Obama al gobierno.

Más allá de que hay momentos que hubieran necesitado de un mayor desarrollo, como las escenas de la presidencia de Dwight Eisenhower (Robin Williams), o de la llegada de John y Jacqueline Kennedy a Washington, la película cuenta con un sostenido ritmo dramático y sutiles momentos de suspenso, sumados a dos intensas actuaciones de Forest Whitaker (Cecil) y Oprah Winfrey (Gloria).