El método Tangalanga” de Mateo Bendesky.
El tiempo avanza muy rápido, por dar un ejemplo el estreno de esta
película marca que ya pasó la mitad del primer mes del año. Con el
paso al mundo digital muchas cosas quedaron en el camino, los
soportes analógicos se encuentran en extinción y el identificador de
llamadas de los celulares arrasó con las bromas telefónicas. Número de
teléfono que no tenemos agendado, llamada que no atendemos. No por
miedo a ser víctimas de un chiste, sino para evitar encuestas u
ofrecimientos de servicios que no queremos.
“El método Tangalanga” llega a los cines el jueves 19 de enero. Es un
conglomerado de cosas buenas, parte comedia, parte romántica, con
algo de biopic. Mateo Bendesky realiza un homenaje al Doctor
Tangalanga. Al artesano de la risa, artista del hacer reir, colocándolo en
el lugar de prestigio que siempre mereció. Algo que suele sucederle a
muchos humoristas, cuya labor no suele reconocerse con el mismo
peso que la de otros. Siendo que generar una carcajada es una de las
tareas más difíciles que existe.
Jorge Rizzi es un oficinista cualquiera, que le tiene pánico a hablar con
desconocidos. Un día, tras una sesión de hipnosis todo cambia en su
vida. Cuando escucha cierto sonido sus inhibiciones desaparecen, se
transforma en un ser efusivo y extrovertido. Jorge abandona el timón y
lo toma el Doctor Tangalanga. Dichas habilidades le servirán para
animar a su amigo internado, conquistar a la recepcionista del sanatorio
y mejorar su trabajo. Pero todo viene con un precio.
Lo primero que sobresale en esta producción es el elenco: Martín
Piroyansky, Julieta Zylberberg, Alan Sabbagh, Rafael Ferro y Luis
Machín. A quienes ya conocemos y sabemos lo bien que lo hacen. Pero
las sorpresas aquí las dan Luis Rubio y Silvio Soldán. Brindando unas
actuaciones sorprendentes, más si tenemos en cuenta la poca
experiencia en la pantalla grande que poseen.
“El método Tangalanga” de Mateo Bendesky es una comedia de primer
nivel. De esas que te hacen reír a carcajadas y emocionar hasta las
lágrimas. Ideal para ir al cine, esconderse en una sala oscura con aire
acondicionado y escapar de la ola de calor que nos agobia.