Una historia de matrimonios y muertes
Los años no llegan solos y a Barney (Paul Giamatti), le llegaron tres matrimonios y varias muertes, como bien muestra El mundo según Barney (Barney’s Version, 2010), película que presenta al espectador dos facetas de un mismo personaje. Un contraste entre un hombre joven, vivaz y alegre, con otro viejo, amargado y con secuelas que el paso del tiempo dejó en él.
El film es un recorrido por la vida de Barney, en donde se muestran los momentos claves de su historia, incluidos sus tres matrimonios. Y es entre las celebraciones de sus múltiples bodas que ocurre otro hecho relevante: la desaparición de su mejor amigo Boggie (Scott Speedman). Un caso cuyo esclarecimiento sigue pendiente y mantiene al protagonista como principal sospechoso, y que el detective O'Hearne (Mark Addy) decide mantener vivo al plasmarlo en un comprometedor libro.
El mundo según Barney comienza por el final para luego volver en el tiempo y mostrar una secesión de escenas que explican la situación presente. A pesar de este avance y retroceso, el director Richard J. Lewis decide plantar la duda sobre si el personaje es responsable o no del destino de Boggie en el inicio de la película y mantenerla latente hasta su último minuto.
Amor y muerte son los dos temas que componen el argumento de la película, y al agregarles el paso del tiempo, El mundo según Barney muestra los cambios que sufre el personaje a medida que los años dejan su marca en él.
En cuanto al amor, para Barney se cumple la regla de la tercera es la vencida, ya que luego de dos matrimonios encuentra finalmente a la mujer de la que se enamora, al conocerla justamente en la celebración de su segunda boda. El tercer matrimonio que Barney contrae, además de ser diferente por qué quien viste de blanco es finalmente objeto de su amor, también lo es por la ausencia del mejor amigo del novio, lugar en dónde entra el factor muerte, ya que el protagonista es sospechoso de haber matado a su compañero.
La película cuenta justamente la versión de Barney (título original) sobre cómo se sucedieron los hechos para justificar su inocencia, y contradiciendo lo que el detective escribió en su libro. Las dos caras de un mismo personaje que brinda Paul Giamatti con su excelente actuación, que por momentos despierta desprecio y luego simpatía, logrando mantener al espectador pendiente de la pantalla durante casi dos horas, ante escenas cuyos desenlaces son impredecibles.