La vida del pequeño Nicolás (Maxime Godart) es absolutamente maravillosa. Sus padres (Valérie Lemercier y Kad Merad) sólo tienen ojos para él y sus amigos le consideran alguien importante. En el colegio también se defiende bastante bien. No hay nada por lo que preocuparse. Pero, un día, Nicolás escucha hablar a sus padres sobre algo muy importante: mamá está embarazada. Nicolás es consciente de que los días felices están a punto de terminar, ya que el recién llegado centrará toda la atención y a él lo abandonarán en el bosque como si fuera un perro.