Otto e Ida son una pareja que tiene tantos puntos en común como diferencias. Casi como cualquier otra. Basada en un cuento de los hermanos Grimm, la historia parte desde un encuentro de ambos en una zona rural de Japón, donde se cruzarán por casualidad. Ella quiere ser una gran diseñadora, él está conforme con descubrir peces exóticos y venderlos, si puede, a coleccionistas alemanes. El filme tiene algunos momentos graciosos e invita a reflexionar sobre las ambiciones personales y profesionales de cada uno y sobre los vaivenes del amor con el paso del tiempo. Quizás lo que no colabora con el filme es que la trama no tiene la suficiente dinámica como para atrapar al espectador y que, en definitiva, es otra película más de amor, con lo que eso significa.