Gloria Soriano (Paola Barrientos) debe defender a un acusado de violación al que considera culpable. En toda su carrera jamás le toco defender a un inocente y tal vez esa sea una de las causas de su desencanto por su profesión y por el sistema legal.
Su vocación adormecida parece despertarse cuando se ve obligada a litigar contra la fiscal Rivas (Maria Onetto), quien fue su admirada profesora en la facultad de derecho
El sistema legal ha convertido a la Fiscal en lo contrario de lo que enseñaba y su vínculo intimo con el juez de la causa (Dario Grandinetti) dejan en desventaja a Gloria.
¿Podrá el Juez impartir “Justicia Independiente” si le debe a la Fiscal su nombramiento por sus contactos con “la familia judicial”?.
Mientras en un pueblo que parece abandonado por la civilización, los supuestos víctima y victimario padecen las humillaciones y vejámenes a manos del sistema legal. Una justicia ciega a los dolores que provoca su burocracia.
Gloria lucha para que su idea de la justicia tenga sentido y por no convertirse en alguien como Rivas...pero si algo aprendió Gloria de su profesora, es que la justicia no existe, existe solamente, lo que se puede probar