La figura del cantante bailantero Rodrigo Bueno regresa a la pantalla grande en "El potro, lo mejor del amor" una nueva ficción de la directora Lorena Muñoz que desde hace más de 20 años retrata grandes músicos populares de la voz argentina como la cantante de tangos Ada Falcón, la bailantera Gilda y ahora con la ficcionalización del músico cordobés. por Javier Erlij
El film abre siguiendo la cámara de espaldas a Rodrigo Romero, encargado de darle vida en la ficción al cantante oriundo de la provincia mediterránea, con un plano secuencia hasta el ingreso al escenario convertido en ring en el Luna Park, antes de aparecer el título que le da el nombre a la producción. La escena es un verdadero homenaje a un retratador de detacadas personalidades como fue Leonardo Favio, recordando a una de las escenas de "Gatica, El Mono", donde el boxeador tampoco pudo escapar a su sino trágico.
La madre de Rodrigo, Beatriz Olave, está interpretado por Florencia Peña, donde en los primeros momentos antes de alcanzar la cima del estrellato, fue una de sus quillas para poder ascender. La actriz escapa del género de la comedia que nos tiene acostumbrados para componer a una muy creíble y potente madre con una gran influencia en la vida de Bueno.
Luego de insistir, de ensayos trasnochados, el músico convence a su padre, y a su vez, su progenitor a una discográfica para grabar uno de sus temas y parten de la provincia de Córdoba hacia la Capital Federal.
"En ese escenario pasaron los más grandes boxeadores desde Nicolino Locche, Ringo Bonavena, Carlos Monzón, Acordate que algún día vos también vas a llegar a cantar en el Luna Park", asevera el personaje de Aráoz a Rodrigo. El destino trágico de la mayoría de estos boxeadores que pisaron el cuadrilátero, también será compartido con el desenlace final del compositor del cuarteto ocurrido en un accidente de tránsito.
En el rol del padre una actuación para disfrutar de principio a fin, Daniel Aráoz mientras que Fernán Mirás compone a El Oso, en una conmovedora y exquisita interpretación que seguramente será recordada por su potencia en su papel como la fue en "Tango Feróz".
El personaje que encarna Aráoz muere en los inicios del ascenso de la carrera de Rodrigo, y junto a El Oso, fueron los representantes del compositor.
La realización combina el acorde de las pegadizas melodías de las canciones con la vida misma del cantante cordobés, pero no quedan descolocadas sino que enriquecen la trama argumental, en alguna de ellas convertidas en un video clip combinando el Eros y el Tánato en una mismo tema musical.
Romero encarna a Rodrigo en una actuación muy verosímil y donde en los últimos tramos de la película su parecido con el músico en voz y presencia es notoria imantando en los espectadores la atención con su presencia en la pantalla grande.
El público que disfrutó de "Gilda, no me arrepiento de este amor", también saldrá más que satisfecho de la sala, pero la vida de Bueno, más allá que ambos murieron a causa de accidentes viales, tiene muchos claroscuros para retratar, logrando un film donde el espectador transita una catarata de emociones.
La directora Lorena Muñoz capta como pocos el espíritu de los grandes cantantes populares argentinos. Uno de los films más esperados y logrados del año de las realizaciones nacionales.
Puntaje: 10 (diez)