El precio del mañana

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Un Robin Hood para el futuro

El tiempo siempre ha sido un factor de preocupación para el hombre. En la actualidad, no sólo porque implica el irreversible y temido envejecimiento, también porque no alcanzan las horas, a veces, para producir todo lo que se necesita para vivir.

Estos dos items son parte de "El precio del mañana", un thriller de ciencia ficción, de connotaciones ideológicas, que enfrenta a ricos y pobres, a partir de que unos y otros pertenecen a una sociedad, en la que el reloj biológico se detiene a los veinticinco años y sólo les queda un año de gracia, a los de menores recursos, para encontrar un trabajo que les permita ganar minutos, horas, para poder vivir un poco más.

Porque en esa sociedad, en la que Will Salas, su protagonista es una especie de Robin Hood del futuro, el tiempo equivale al dinero. Se es millonario si se dispone de un siglo de tiempo, almacenado en la caja fuerte de un banco.

El comienzo del filme aclara por qué Will Salas, se convierte en un justiciero. Ocurre que a su madre le quedan escasos minutos de vida en su reloj (el que como todos, lo lleva incrustado en uno de sus brazos) y llama a su hijo, para que la espere en la parada del micro que la trae de su trabajo.

SUBIR LAS TARIFAS

Pero como el micro subió de tarifa y la mujer no tiene cómo pagarla, corre por una calle y otra y cuando apenas le quedan pocos metros para alcanzar al chico, para que le traspase algo de tiempo, su reloj se detiene. Por lo que el muchacho se jura venganza y arremete contra los ricos.

Una de las escenas más interesantes de la película es cuando el muchacho, seguro de ser un buen jugador, apuesta su escaso tiempo de vida con un millonario en una partida de póker. A partir de ese momento todo se transforma. Lo que sigue es una serie de escenas de acción que vive el joven héroe de esta historia, al que a partir de la mitad del filme, se le une una muchacha que aburrida de ser millonaria, apuesta a vivir una aventura única.

Lo interesante para la mujer, es que en compañía del joven sentirá la adrenalina que corre por su cuerpo con tanta intensidad, que hasta percibe el vértigo de la muerte a la vuelta de una esquina, pero a la vez se anima a disparar un arma por primera vez.

"El precio del mañana" tiene una buena cuota de acción, aceptables actuaciones de Justin Timberlake (mejor músico que actor) y Amanda Seyfried, junto a Cillian Murphy, un guardián del tiempo, que perseguirá a la pareja hasta lograr un desenlace a la medida de esta aventura que por momentos se vuelve algo monótona.