El realizador francés Jean-Jacques Annaud ("El Nombre de la Rosa", "Siete Años en el Tibet", "Enemigo al Acecho") dirige esta superproducción de aventuras con trasfondo político. La historia que el propio Annaud se encargó de adaptar junto a Alain Godard (el guión estuvo a cargo de Menno Meyjes) está basada en la novela "South of the Heart: A Novel of Modern Arabia" (algo así como "Al Sur del Corazón: Una Novela sobre la Arabia Moderna"), del escritor suizo Hans Ruesch. La misma fue publicada en 1957.
La historia se desarrolla a principios del siglo XX justo cuando el descubrimiento de petróleo cambiaría para siempre las vidas de las tribus beduinas de la península arábiga y, por lo tanto, de nuestro mundo, ya que el conflicto que aborda la película sigue vigente en esa zona rica en "Oro Negro" (título original del film), por el que se originan luchas y guerras.
En el centro del relato están dos líderes enemigos, Nesib (Antonio Banderas), emir de Hobeika, y Amar (Mark Strong), sultán de Salmaah, quienes bajo el inclemente cielo del desierto sellan un pacto de paz. El acuerdo establece que ninguno de los dos reclamará el territorio neutral que existe entre ellos, un pedazo de arena sin dueño conocido como el "Cinturón Amarillo".
Los dos pequeños hijos del personaje encarnado por Strong -Saleeh (Akin Gazi) y Auda (Tahar Rahim), están incluidos en el trato, ya que éste los debe entregar a su contrincante como garantía de que no habrá más enfrentamientos entre ambos… hasta que aparece un texano (Corey Johnson) que encuentra petróleo justamente en esa zona neutral y que comienza a hacer negocios con Nesib.
En medio de esta nueva disputa territorial entre ambas tribus, los ya crecidos hermanos (uno guerrero, el otro un tímido bibliotecario) se ven obligados a tomar importantes decisiones que afectarán tanto a uno como al otro bando. La mayor responsabilidad recae en Auda, a quien se le encarga negociar la paz entre sus dos padres, el biológico y el que lo crió. A lo largo del film, este joven príncipe irá descubriendo su destino como líder.
En "El Príncipe del Desierto", su director decide dejar a un segundo plano algunas líneas argumentales secundarias para ahondar más en el viaje épico de quien termina siendo el verdadero protagonista del film, a cargo del actor francés Tahar Rahim (el mismo de "Un Profeta", la cinta ganadora del Oscar al mejor film extranjero en 2010). El joven logra transmitir de manera convincente la transformación de su personaje: de un inocente académico a un aguerrido guerrero.
No se puede decir lo mismo del español Antonio Banderas, cuyo papel como tirano árabe pasa por momentos convincentes y por otros que no lo son tanto. Su contraparte, Mark Strong, está muy correcto. Por su parte, la actriz Freida Pinto ("Slumdog Millonaire: Quién Quiere ser Millonario?, "El Planeta de los Simios (R)Evolución") interpreta, sin aportar demasiado a la trama, a la princesa Leyla, la hermosa hija de Nesib, y el interés romántico del personaje de Rahim, por lo que la clásica historia de amor no está ausente en este relato.
A lo largo de las dos entretenidas horas que dura, el film despliega -sin decaer en su ritmo- un escenario con asombrosos paisajes, espectaculares enfrentamientos y batallas que transcurren en un mar de arena.