Esta historia dolorosa tiene como protagonista excluyente a Katie Jarvis, excelente actriz lookeada en un estilo demasiado similar al de la cantante Lily Allen (¿algún tipo de mensaje subliminal?). La historia pone su foco en la juventud a la deriva, en los padres que aún no han podido resolver que quieren hacer con sus vidas y por consiguiente en los desbordes que esta falta de contención produce en sus hijos.