Patéticos exorcistas
Venimos de vapulear a The Tourist (2010) por la trama precisamente "turista", y este año uno de los primeros encuentros (tropiezos) con el cine de la temporada es con este pseudo-thriller sobre exorcismos. La verdad no entiendo por qué Hollyood se empecina tanto en hacernos creer en este rito, siendo que a estas alturas ya hay títulos mejores como The last exorcism (2010) que tocan la temática de una manera más social y fenoménica que todas estas payasadas que encima le hacen hacer al pobre Hopkins.
El veterano actor no puede llevar adelante él solo la historia, y eso se nota a leguas. La película es malísima por donde se la mire. Tiene efectismos torpes, un guión que parece que fue hecho por un mono, y esa idea imperante de que, adonde sea que vayas (no importa si es a Italia, Singapur o el Congo), siempre habrá un hombre que hable un inglés fluidísimo.
La historia puede aparentar interesante, pero no se engañen: no lo es. Es un bodriazo eterno, que dura más de lo que debiera, y que es tan predecible que en el momento en que aparece Hopkins ya sabés el final.
Párrafo aparte se merece el eteeerno plano en picada del protagonista gritando "¡¡¡¡¡BAAAAAAAAAAAAAAL!!!!", que no tiene sentido y roza lo patético. La verdad, una película olvidable.