Revisionando el clásico de Michael Mann de 1995, Heat, Den of Thieves (título original) marca un contrapunto en el estilo de lo que proponía el film de Al Pacino y Robert De Niro. Tenemos a los dos films en el mismo ambiente, no obstante en los noventas reinaban los trajes, martinis y televisión a tubo, 23 años después lo que reina es el dinero, los tatuajes y la cerveza. Dos estilos, un mismo lugar.
La historia es simple: una banda de asaltabancos profesionales dirigida por Merrymen (Pablo Schreiber) da un golpe con inesperadas bajas a un camión blindado. Este hecho los pone en el camino de Big Nick (Gerald Butler en su mejor papel en años), desde ahí en más todo los hechos se convierten en un juego de gato y el ratón, en esta ocasión, mucho más personal que en el film de Mann. Merrymen y Big Nick no son dos caras de la misma moneda, son valores opuestos con pocas coincidencias si no se tocan sus egos.
El film de Christian Gudegast (A Man Apart, London has Fallen) es una correcta interpretación de los destinos del crimen y la ley, los cuales están marcados por partes iguales en corrupción y traición. Esta película no es un film de acción cerebral, no se tiene que pensar demasiado para poder disfrutar – tenemos inevitables y algo predecibles giros argumentales -; Den of Thieves es solida, hace ruido en todo lo que propone, y lo que propone, lo logra. Una película sin lujos pero inevitablemente atractiva en su estilo.
El elenco se muestra confiado y determinante en todo momento del film. Gerald Butler esta en su zona de confort, Pablo Schreiber roba escena tras escena, de sorpresa nos encontramos con un 50 cent correcto en su juego actoral y O’Shea Jackson Jr. traza un nuevo camino el cual se aleja de la posibilidad de convertirse en un One hit Wonder gracias a lo que fue el éxito de Straight out of Compton (Biopic del año 2015 sobre el rise and fall de la banda NWA). El elenco brilla.
Den of Thieves es una gran elección para todo fanático del cine de acción. Con una historia atrapante que no para en ningún momento en sus 140 minutos de duración la película de Christian Gudegast se destaca como uno de los grandes estrenos de la semana.