Blake Lively (“Gossip Girl”) le da vida a Adaline Bowman, una mujer que a los veintinueve años, luego de un accidente, al que sobrevivió milagrosamente, dejó de envejecer. La película se sitúa en la actualidad, nos cuenta cómo ella logró vivir sin levantar sospechas, nos muestra como tuvo que alejar a casi todas las personas que le importaban, compartiendo su vida con su perro, bah, varios perros, dependiendo de qué década de su larga vida estés viendo, sabiendo que su fiel amigo en algún momento iba a ser víctima del paso del tiempo. Adaline se pasó ochenta años mudándose de un país al otro o de una ciudad a otra cada diez años, por miedo a que la descubran, por miedo a que el mundo se entere de su secreto.
La película dirigida por Lee Toland Krieger (“The Vicious Kind”) está muy bien contada, alternando por momentos con algunas imágenes del pasado para entender un poco más a nuestra protagonista. Pero hay algo que deben saber, la película no va tanto del peligro que puede desatarse si alguien se entera de este secreto ya que estamos frente a una película romántica en la que, obvio que “el secreto” pesa, pero es más que nada una muy buena excusa para que Adaline no se quiera enamorar, haciendo que solo quiera escapar. Como toda fórmula en una película de este género necesitamos de alguien que pueda hacer que ella se arriesgue a amar y aparece Ellis Jones (Michiel Huisman, “Game Of Thrones”) que es un carismático filántropo que logra hacerla dudar y ella deberá elegir, mudarse o contar su secreto y permitirse amar.
Cuando llegan los momentos de “flash-back” se logran situar muy bien las distintas épocas, la actuación de Blake Lively es impecable, te deja ver con claridad todas sus emociones, su tristeza y soledad, Michiel Huisman como en “Game Of Thrones” haciendo del galán de “Daario Naharis” demuestra que puede y tiene con qué. También aparece Harrison Ford (No hay necesidad de aclarar quién es), haciendo de padre de Ellis, siendo un gran personaje secundario en esta historia de amor.
En conclusión, “El secreto de Adaline” está bien, siento que el guión podría estar mejor, ya que todo parece muy conveniente para el guionista que necesitaba una manera fácil para solucionar la historia, pero no se la pasa mal, es una película en la que cualquier enamorado o enamorada sonreiría más de una vez.