El cine de animación nacional no se limita a Manuel García Ferré. También es posible encontrar autores menos orientados al público infantil, más preocupados por plasmar una visión adulta y pesimista de la vida. Uno de esos genios ocultos es Ayar Blasco. En los ’90, con Juan Antín, supo crear a Mercano, el Marciano, estrella de cortos emitidos en el canal Much Music, que tuvo su propia largometraje, estrenado en 2002. Más acá en el tiempo, ya como solista, creó Chimiboga, sitio que incluye sketchs protagonizados por personajes de lo más estrambóticos —inclusive versiones criollas y delirantes de ya existentes, como el Conejo Bugs Bony y el Ratón Disney—, craneó la serie animada de Plaga Zombie y dirigió el largometraje El Sol, que por fin es estrenado en la Argentina luego de su paso por numerosos festivales...