Dos años atrás veía la luz El Sorprendente Hombre Araña, el reboot cinematográfico de uno de los más emblemáticos superhéroes de Marvel. Si bien seguía fresca la trilogía con Sam Raimi en la dirección y Tobey Maguire en el doble papel de Peter Parker y su alter-ego arácnido, no le fue nada mal: la buena muñeca del director Marc Webb y Andrew Garfield como nuevo protagonista le dieron una nueva inyección de energía al personaje y un cambio de tono, menos naif y más moderno, enigmático. Para continuar subiendo la apuesta, hoy tenemos la esperada segunda parte.
Ya establecido como superhéroe, El Hombre Araña combate el crimen en las calles de Nueva York. Ya ningún criminal puede combatirlo… o eso parece. Una vez más, algo terrible se está gestando en Oscorp. Por un lado, Max Dillon (Jamie Foxx), un técnico de Oscorp que, tras un accidente en el laboratorio, se convierte en Electro. Por otro, Harry Osbourne (Dane DeHaan), heredero de la empresa y viejo amigo de Peter, quien tendrá su oportunidad de hacer desastres como el Duende Verde. Dos pruebas de fuego para el joven Parker, quien, además, debe terminar de resolver cuestiones de su pasado -la desaparición del padre (Campbell Scott), involucrado en experimentos confidenciales- y su relación con Gwen Stacy (Emma Stone); aunque ambos continúan amándose a pesar de los peligros que se avecinan.