El sorprendente hombre araña o cuando los cambios pagan bien
La nueva entrega de la saga, refresca una historia que parecía agotada con nuevo protagonista y un director con ideas claras. Los chicos y los no tanto, de fiesta.
por Andrea Migliani
Y entonces fuimos al cine otra vez. Por cuarta vez, los chicos mandan ¿no?. Pero, con el prejuicio de creer que el producto estaba agotado y que nuevo director y nuevo protagonista no alcanzarían para una sola exclamación. Sin embargo, el film dirigido por Marc Webb, sorprende desde el inicio hasta el fin.
Un nuevo rostro, el de Andrew Garfield, lejos de llevarnos a extrañar al anterior protagonista Tobey Maguire, que era tierno pero un poco pavote y quedado sin su traje y sus poderes, nos lleva a sentir empatía inmediata por el héroe involuntario que no se priva de nada y hasta promete un “to be continued”.
Además del angelado Garfield en el rol estelar, el elenco se completa con Martin Sheen, Sally Field, Emma Stone (aquí la enamorada), Rhys Ifans, entre otros.
El film hace un flash back hacia el pasado remoto de su protagonista Peter Parker y nos lleva a encontrar indicios extraños e inquietantes en una cartera que fue de su padre y que quita la máscara sobre algunas cuestiones y lo enfrenta a un nuevo villano, más aterrador y logrado que los anteriores, aunque virtual: el Dr. Connors que como todo villano que se precie, tiene un alias: el lagarto. Pero la historia hace base además en cuestiones de corte más profundo. Así, el tema de la doble identidad y cómo llevarla, de claro corte existencial, logran un interés renovado ya que el guión del trío formado por James Vanderbilt, Alvin Sargent y Steve Kloves, bucea en estas lides y en otras como qué es crecer, cómo mirar a los adultos, sobre todo a los padres y cómo es enamorarse en este estado de cosas.
En fin, esta cuarta entrega merece la atención de los chicos, adolescentes y jóvenes porque además de su estupenda realización visual trae novedades que ayudan a soportar las sonoras degluciones de pochoclo con brackets.