Abundan los casos de espías literarios que saltan a la pantalla, sea chica o grande. El más paradigmático sigue siendo Bond, James Bond. Pero hay otros ejemplos. Como George Smiley, creado por John le Carré. A diferencia del sensual 007, Smiley es un agente de la vieja escuela: calmo, oscuro, frío, calculador, eficaz. Un verdadero antihéroe. Este personaje protagoniza cinco novelas y es secundario en otras tres. Dentro del primer grupo se encuentra El Topo, que ya tuvo una celebrada adaptación en formato de miniserie de la BBC. En aquella oportunidad, Alec Guiness inmortalizó a Smiley, en otra de sus memorables interpretaciones.
Ahora llega la versión cinematográfica de la misma historia, también titulada El Topo.