Hace unos años irrumpió en la cartelera Criatura de la noche, una brillante película climática sobre la relación entre un chico de 12 años y una niña vampiro. Su director, Tomas Alfredson reafirma la importancia que le otorga a los tonos del relato con esta historia, esta vez centrada en un universo de veteranos, sobre un topo soviético infiltrado en las filas del MI6 británico. El topo es un film meticuloso que vale la pena seguir por los recovecos de su intrincada trama. Alfredson consiguió una película atractiva aún cuando está repleta de grises y nunca apuesta por el vértigo visual.