La imagen demora en aclararse. Al comienzo es como si un fuera de foco (no literal sino en sentido expresivo) se prolongara para alcanzar de a poco la precisión del detalle, y con él lo que estamos viendo empieza a revelar su verdadero sentido. Del fragmento se va al todo. Y ya que aquí se trata de trenes, son las vías las que construyen la metáfora, con el auxilio de textos de Henri Bergson: si el tramo que vemos es muy corto, lo curvo puede parecer recto y ocultarnos su verdadera razón de ser. Esa suerte de equívoco invita a Juan Hendel a reflexionar sobre el fragmento, examinarlo en relación con el todo al que pertenece y aplicarlo a otras situaciones de la vida. El tramo parte del que Amigos del Ferrocarril Belgrano rescatan laboriosamente del abandono y el olvido, pero el elocuente film habla de mucho más, incluido el cine mismo.