Basado en un hecho real retratado por el escritor y periodista Ricardo Ragendorfer, quien en 1993 fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias por esta investigación, el filme narra la fuga de siete presos de la cárcel de Villa Devoto.
En diciembre de 1991, Vulcano (Raúl Taibo) y sus compañeros finalmente concretan el túnel que los llevará fuera de los muros de la prisión. Durante la tarea de excavado, este grupo de hombres realizan un escalofriante hallazgo: un osario bajo los cimientos de la cárcel. ¿Se trata de desaparecidos de la última dictadura militar? ¿Presos políticos? ¿Delincuentes muertos y jamás encontrados tras la sangrienta represión del motín de 1977? Es tarea de Ricardo descubrir la verdad.
“El túnel de los huesos” presenta algunas contradicciones a la hora de evaluarla. El malogrado uso de entrecruzar las líneas temporales se hubiera solucionado simplificando la estructura: introducción y desenlace en el presente y el resto de la historia en el pasado. La correcta labora de Taibo lo aleja del galán de telenovela con el que cimentó su carrera, detalle a tener más que presente. Asimismo, la inquietante banda de sonido compuesta por Alejandro Iglesias Rossi e interpretada por la orquesta de instrumentos autóctonos y nuevas tecnologías de UNTREF, termina por sumirnos en el ambiente carcelario de la historia.