Llega a nuestras salas de cine una nueva versión de "El Vengador del Futuro" (Total Recall), film de ciencia ficción de Paul Verhoeven, basado a su vez en el cuento corto "We Can Remember It For You Wholesale" (Podemos recordarlo por usted al por mayor), escrito en 1966 por Phillip K. Dick.
Los papeles que encarnaron en el año 1990 Arnold Schwarzenegger, Rachel Ticotin y Sharon Stone, aquí son interpretados por los actores Colin Farrell, Jessica Biel y Kate Beckinsale, quien particularmente vuelve a trabajar bajo la dirección de su esposo Len Wiseman, tal como lo hizo en "Inframundo" e "Inframundo: La Evolución".
No es una remake "per se", ya que mientras su predecesora sucedía en un futuro en el planeta Marte y sus oprimidos habitantes luchaban por el oxígeno, en esta producción de Wiseman ("Duro de Matar 4.0") la historia también es futurista -se desarrolla a fines del siglo 21- pero toma lugar en la Tierra, en los únicos dos territorios que quedaron habitables luego de una guerra química: la Federación Unida de Bretaña y La Colonia, que están conectadas por La Caída, un elevador gigante que pasa por el núcleo del planeta.
La primera es la más desarrollada y suprema, que planea una invasión para eliminar el terrorismo, justamente desahaciéndose del lugar donde viven los obreros como Douglas Quaid (Farrell), el protagonista, un hombre común que tiene una bella esposa (Beckinsale) a la que ama, pero que está cansado de la rutina, la desigualdad y de la frustrante vida que lleva, por lo que recurre a Rekall, una compañía especializada en implantar falsos recuerdos en la mente humana.
En este caso, los de una vida como súper espía. Algo sale mal y es justamente en el recinto donde surge el conflicto del film, ya que Quaid descubre por primera vez que no es quien creía ser, que tiene habilidades que desconocía y que su supuesta esposa es miembro de la policia federal, cuya misión es entregarlo a las autoridades.
A partir de ese momento, se convierte en un sujeto perseguido por el organismo controlado por el malvado de turno, el Canciller Cohaagen (Bryan Cranston), y compuesta en su mayoría por agentes robots parecidos a los clones de "Star Wars: Episodio II" que el propio Quaid ensambla diariamiente en su trabajo.
Sin poder determinar qué es real y qué es un recuerdo, la única persona en la que puede confiar es una luchadora rebelde (interpretada por Jessica Biel) que trabaja para el jefe de un movimiento de resistencia clandestino (papel a cargo de Bill Nighy).
Entre medio de espectaculares escenas de persecución en automóviles flotantes (la película es visualmente impecable y con un guión bastante sólido), el personaje de Colin Farell se encarga de que la frontera entre la fantasía y la realidad se diluya a medida que va descubriendo su verdadera identidad, su verdadero amor y su verdadero destino.