Robert Zemeckis ("Náufrago"), director que comenzó a ser reconocido por haber dirigido la trilogía "Volver al Futuro" y por alzarse con un premio Oscar por su labor como tal en "Forrest Gump", regresa al cine de acción en vivo tras una seguidilla de películas animadas entre las que se destacan "El Expreso Polar" (2004), "Beowulf, la leyenda" (2007) y "Los Fantasmas de Scrooge" (2009).
"El Vuelo", que definitivamente en el contexto general no representa lo mejor de este director, introduce al espectador en la historia del Capitán Whip Whitaker (Denzel Washington), un experimentado y más que arrogante piloto de una arolínea comercial que padece serios problemas de alcoholismo y drogadicción sobre los que, de ninguna manera, se hace cargo. Ya desde los primeros minutos, somos testigos de eso y de los problemas que ésto ha provocado en su entorno familiar, ya que está divorciado de su esposa y su hijo, a quien casi no ve, prácticamente lo odia.
La cuestión es que, a pesar de haberse emborrachado -y aspirado cocaína- la noche anterior, además de pasar la noche junto a su novia la azafata (papel a cargo de Nadine Velázquez), toma los mandos del vuelo cuyo trayecto le fue asignado, pero tras despegar y lograr atravesar una violenta turbulencia -que Whip sobrelleva de una manera chocante y poco convencional- consigue evitar, más adelante, que la aeronave se estrelle a causa de una serie de fallas mecánicas que surgen a 9000 pies de altura; yendo en picada y con una maniobra nunca antes vista... una que sólo él podría haber hecho.
Pero claro, gracias a sus habilidades se salvan 96 de las 102 vidas que iban en ese vuelo. Luego del accidente, Whip se convierte en un héroe, pero a medida que avanza la investigación sobre las causas del siniestro, llevada a cabo por la Junta Nacional de Seguridad del Transporte, surgen más dudas que respuestas.
Mientras tanto, al permanecer en tierra tras salir del hospital, se traslada a una cabaña familiar, es aconsejado por un abogado (Don Cheadle) que intenta ser lo más honesto posible y conoce a Nicole (Kelly Reilly), una joven en proceso de desintoxicación con la se involucra en una relación y que lo ayuda a luchar contra sus propios demonios.
Sin duda, la película promete, pero sólo al comienzo. Las secuencias de "el vuelo" que "milagrosamente" el protagonista logra aterrizar son las que más tensión generan y las más captan nuestra atención. A partir de ese momento, promediando la media hora de film, el relato (guionado por John Gatins) comienza a decaer y a tornarse tedioso. Igualmente, logra salvarse, por momentos, gracias a la destacada interpretación de Denzel Washington (nominado al Oscar como Mejor Actor Protagónico por este papel), quien se carga el peso de una historia laaaaaarga que bien podría haber concluído a los 45 minutos.