La primera película dirigida por la actriz Audrey Dana (que además se reserva uno de los papeles para ella) pretende ser un canto a la figura femenina, un homenaje a la mujer. Y para eso decide contar historias de once mujeres (algunas historias más pequeñas, aunque tantas otras que implican cambios importantes en sus vidas), once mujeres conectadas entre sí aunque sea de manera un poco arbitraria a veces.
Una mujer joven pero que al tener cuatro hijos ya se siente poco atractiva y de repente ve en otra mujer (y en una relación con ella) algo que no conocía de ella misma. Una exitosa empresaria a la que el médico le dice que tiene demasiada testosterona en su organismo y así se da cuenta que lleva una vida solitaria, sin amigos. Una buena esposa que descubre que su amado esposo mantiene otra relación.
Una joven y hermosa cuya torpeza y problemas estomacales le complican empezar una relación amorosa con un hombre que inmediatamente la atrae. Una señora que no quiere aceptar ni que su hija adolescente está por comenzar su vida sexual ni que ella se encuentra muy cerca de la menopausia. Algunas de las historias.
Lo que funciona como una especie de "Sexo en la ciudad" a la francesa, con París como telón de fondo, centra todo su interés en los personajes femeninos pero no a cada uno lo trata con el mismo cuidado y las mismas ganas. Así, hay historias que parecen de relleno y otras en las que nunca se termina de profundizar. Después, temas universales: sexo antes que todo, infidelidad, matrimonio, amistad rondan las diferentes historias.
Vanessa Paradis, Isabella Adjani y Laetitia Casta son algunos de los rostros franceses que brindan su presencia en la película también escrita por su directora.
El problema principal de este film radica en su falso feminismo. Mientras pretende enaltecer la figura de la mujer, a la vez la llena de clichés y lugares comunes. Además, no logra ser nada sutil y ciertos "gags", digamos, se repiten hasta el hartazgo (pobre Laetitia Casta con un personaje que además no aporta nada al conjunto).
Con dos horas de duración, que se sienten bastante (a la mitad de la película ya se empieza a sentir que "podría ir terminando..."), Ellas saben lo que quieren es menos graciosa incluso de lo que se cree, más allá de ser ése el tono elegido mayormente (quizás por eso las subtramas más dramáticas son las retratadas de manera más superficial).
Resumiendo, una película que quiere ser provocadora pero atrasa bastante. Como mujer no me siento para nada representada por un film como este.