Esta película escrita y dirigida en solitario por Juan Pablo Martínez es un drama intimista de apenas contadas líneas de diálogo. La idea de Martínez parece ser la de contar en imágenes. Y sus protagonistas, una mujer que tras un accidente con su marido queda sola y sin poder entenderse con la gente que lo rodea y un solitario hombre que trabaja en una mina de carbón, no se valen de palabras para comunicarse.
Así, "Emma" es una película de tiempos pausados, donde la información nunca está dada más que a cuentagotas. Por eso al principio uno no comprende por qué la protagonista nunca habla.
No habla pero entiende, o al menos así parece, de miradas, de gestos. Germán Palacios y Sofía Rangone son los encargados de dar vida a estos dos personajes solos y solitarios que se encuentran y parecen entenderse y conectarse como no lo hacen con el resto del mundo. Todo esto con la fría Patagonia como escenario, lo que le aporta la sensación de soledad y vastedad.
Planos y escenas largas, como bien dije antes, sin líneas de diálogos la mayoría, con una música incidental que en ciertas escenas se la siente invasiva. "Emma" está construida a través de los elementos más puros del cine. Como es de imaginar, no es una película hecha para el espectador promedio. Requiere de una atención y, sobre todo, paciencia importante para poder al finar completar la historia.
O al menos lo que nos sirvieron, porque nada es explícito y porque hay varios aspectos de los que no te brindan más que algunos detalles sugerentes. Así, uno la completa a su modo más que nada. Con un tono melancólico y emotivo, "Emma" retrata una relación que se construye sin necesidad de comunicarse a través de las palabras.
Primero, enfocándose un poco más en el personaje masculino, luego del encuentro en la incipiente relación, y por último cediéndole más espacio a la mujer. En el medio, hay una pequeña participación de Jazmín Stuart (con quien Martínez había co dirigido la película “Desmadre”) pero los protagonistas absolutos no son más que Palacios y Rangone.
Un Palacios entregando una interpretación al mejor estilo la sobresaliente “Temporada de caza” y Rangone aportando algo más de delicadeza.
A grandes rasgos, "Emma" es una película intimista y efectiva pero con unos tiempos y desarrollos bastantes lentos que hacen que no funcione más que para cierto tipo de espectador. Bellas imágenes y dos interpretaciones sutiles son los grandes ejes de este relato que cuenta poco y mucho al mismo tiempo.
Poco de manera servida y mucho sugerente para terminar de construir cada uno al terminar de verla a la película.