Walter Salles es uno de mis favoritos, hablando de directores de cine ("Estación Central", "Detrás del Sol", "Diarios de Motocicleta", y varias más), pero en esta oportunidad, a mi parecer, nos entrega una peli a medio camino, o justamente, "en el camino". La música de Gustavo Santaolalla es un 10, las actuaciones están correctas y funcionan para/con la melancolía de la película, y muchas o varias de las tomas, son más que atractivas debido a la fotografía, pero la adaptación de la novela de Jack Kerouac no tiene o le falta el alma de la historia contada en el libro, y quizás ahí reside el error más grave. Ojo, ¡también se deja ver, pero no es pochoclera!