Cuando se piensa en tornados en el cine, uno no puede nunca evitar pensar en Twister. La película de Jan de Bont que me acompañó en la infancia y sigue estando presente cada tanto alguna vez en la televisión, se caracterizaba por situar a unos muy bien construidos y actuados personajes en medio de varios tornados, claro, uno más pequeño que el que seguía.
Y esa pasión que ellos sentían cada vez que perseguían uno, traspasaba la pantalla; sí, he llegado a imaginarme yo misma persiguiendo tornados cuando era pequeña. Hoy, casi veinte años después de aquella película, aparece "En el tornado".
A simple vista, una Twister con mejores efectos especiales. Pero eso sólo es lo que uno podía suponer antes de verla.
En el tornado tiene muchos tópicos, personajes y clichés propios de las películas de catástrofes. Personas que se sienten fascinadas por el fenómeno, gente que queda atrapada, un padre que tiene que ir a buscar a su hijo, y, claro, muchas escenas de destrucción.
Pero más allá de ciertos elementos que si bien no sorprenden uno espera ver en estas películas, lo que carece de fuerza acá es la construcción de personajes sólidos con los que uno pueda identificarse. Hay una meteoróloga que deja a su pequeña hija durante varios días para perseguir tornados. Un documentalista cansado de llegar tarde y dispuesto a todo para poder filmarlos.
Un padre que además es director de la escuela y parece más enfocado en que todo salga bien el día de la graduación que en prestarle atención a lo que le sucede a su hijo. Un hijo que le miente y abandona el trabajo que su padre le había encomendado para ayudar a la chica que le gusta. Y claro, muchos tornados.
Mientras el film no logra desarrollar personajes interesantes, no importa cuánto se esfuerce Richard Armitage (que de todo modo es un rostro a tener en cuenta, y no sólo por lo bonito), no logran generar empatía pero sí sabe destacarse cuando se trata de escenas de destrucción.
Si ya desde el trailer impactaba esa escena en la cual el tornado se impone con su fuerza y levanta unos aviones estacionados, en la película eso se repite algunas veces más. Pero en la fuerza que residen esas escenas carece lo más importante: el corazón de la película.
"En el tornado" es entretenida pero no se queda con uno mucho más tiempo después de salir de verla. Si no se espera más que un entretenimiento pasable, la película funciona, e incluso merece ser vista en pantalla grande. Pero si se quiere algo más que un conjunto de lindos efectos especiales, la película dejará sabor a poco.