Para el cine norteamericano los criminales siempre son latinos, árabes, ex soviéticos o afroamericanos. Todo se reduce a eso: parece que nunca el maleante puede surgir de otros sectores de la sociedad. Con cámara subjetiva y en plan de falso documental, seguiremos a los oficiales Taylor y Zavala (Jake Gyllenhaal y Michael Peña), miembros de la policía angelina encargados de patrullar Newton, una de las divisiones más peligrosas de Los Ángeles.
Sin explicar el porqué de la decisión de grabarse en el día a día laboral, y menos aún por qué los criminales hacen exactamente lo mismo, este larguísimo episodio de “Cops” (el germen de la vernácula Policías en acción) cuenta con el aval los realizadores de “Día de entrenamiento” para demostrar el peligro y el precio que deben pagar los uniformados por enfrentarse a las organizaciones criminales de la ciudad.
“Fuck” debe ser la palabra más repetida y ametrallada en los cien minutos de película y bien podría competirle al uso del término “negro” en el último guión de Quentin Tarantino.