El director Fatih Akin (“En julio”, “Contra la pared”), nos presenta a través de este filme, quien se llevó las estatuillas como mejor película de habla no inglesa en los Critics Choice Award y los Golden Globes, un cruel y potente relato basado en hechos reales, en donde la tragedia es la principal protagonista.
Katia (Diane Kruger), vuelve de pasar un día de spa con su mejor amiga cuando se enfrenta al peor de los hechos que le puede acontecer a cualquier persona: una bomba estalló en el barrio turco de Hamburgo (Alemania), acabando con la vida de su marido y su hijo.
La película escrita por el mismo Akin y Hark Bohm, se fragmenta en tres grandes segmentos (“La familia”, “El juicio” y “El mar”), tornando al relato excesivamente ordenado, ya que todos los acontecimientos que se suceden responden, como un examen, al título que lo precede. El dolor insoportable que atraviesa la protagonista se exhibe, claro está por lo sucedido, como golpes bajos constantes en donde, sobre todo durante la primer parte de la película, abundan las escenas lacrimógenas.
El trabajo de composición y entrega de Diane Kruger es sublime y es, junto con el guión, lo más valioso para destacar. La actriz, ganadora en Cannes por este papel, lleva sobre sus hombros un compromiso de una gran exigencia emocional. Su trabajo es de una complejidad notable , sin fisuras.
Quizás necesaria para mostrar que la discriminación etnica esta lejos de extinguirse, “En pedazos” propone adentrarse en una historia sin matices, incomoda, dolorosa, con un mensaje tan cruel como cierto.