FELICES LOS NIÑOS
La película de Tom McCarthy dirige sus cañones hacia la protección que la institución -tan parecida a una organización criminal- llamada Iglesia católica dio a sacerdotes que abusaron sexualmente de menores. Una investigación del Boston Globe en 2002. La película es tan sencilla como contundente. Pero expone desde el minuto cero todos los tropos habituales del género de films de investigación periodística – las pistas, las reuniones clandestinas, las lecciones sobre ética, etc. – sin añadir ni un poquito de inventiva.
Un guión pulido construye el procedimiento -ese in crescendo estructural que Hollywood hace tan bien pero que ya no sorprende a nadie- y que pese a su convencionalismo narrativo se mantiene por la fuerza de sus actuaciones. Todos el elenco tiene su momento para brillar, especialmente Ruffalo, Schreiber, Adams y Keaton.
Al igual que otras películas basadas en hechos similares como “Todos los hombres del Presidente” (All The President’s Men, 1976) o “El Informante” (The Insider, 1999), “Spotlight” apoya gran parte de su intensidad en cómo estos periodistas fueron acercándose a revelar la verdad. El centro emocional del film nunca encuentra su punto exacto y termina deambulando sobre su frialdad. Tal vez el tema y sus víctimas merecían una recuento más viceral.