El juego de las identidades.
Y sí, siempre estuvo latente la posibilidad y hoy hasta podemos regocijarnos con aquellas “no expectativas” de antaño: por fin estamos ante una película protagonizada por Adam Sandler que no es un desastre mayúsculo ni cae en el terreno de una mediocridad de raigambre infantiloide. Más allá de esa excepción intitulada Embriagado de Amor (Punch-Drunk Love, 2002), de Paul Thomas Anderson, a partir de ahora podemos nombrar a En tus Zapatos (The Cobbler, 2014) como otra anomalía dentro de una carrera que siempre promedió hacia abajo y que más que risas generó vergüenza ajena, circunstancia que nos amarga un poco porque nos limita en ese viejo -y divertido- arte de disparar a mansalva.
Como en el caso anterior, aquí los factores centrales al momento de diferenciar el opus en cuestión del resto de los convites en los que el señor estuvo involucrado, pasan por el responsable máximo y el hecho de que Sandler no financió la propuesta vía su compañía Happy Madison Productions. Por supuesto que ambos elementos están interconectados: que haya soltado la cuerda se debe a la presencia de su colega actor reconvertido en director Thomas McCarthy, a quien definitivamente respeta ya que le permitió que lo saque de su zona de confort mediante otro personaje solitario, en línea con The Station Agent (2003) y Ganar Ganar (Win Win, 2011), y un guión tan desconcertante como ameno en su devenir.
De hecho, la realización deja de lado los “chistes” escatológicos, racistas, misóginos y/ o bobísimos marca registrada del inefable Adam, y en términos prácticos combina la melancolía de Visita Inesperada (The Visitor, 2007), la obra más redonda de McCarthy, y el leitmotiv estándar de cualquier fábula mágica que se precie de tal. En esta ocasión Sandler es Max Simkin, un zapatero neoyorquino que un buen día descubre una máquina para reparar suelas en un rincón polvoriento de su negocio, la cual le regala la habilidad de adquirir la apariencia física de sus clientes con tan solo utilizar el calzado de turno. La trama coquetea con la comedia dramática para luego virar hacia el humor negro y el thriller.
Este sentimiento de confusión se traslada al propio intérprete y le juega muy a favor a la película porque apuntala un desarrollo francamente imprevisible, amén del placer culpable de ver a Sandler pasándola bastante mal en sus intentos por amoldarse a los cambios narrativos. En tus Zapatos, a medida que avanza, va acumulando planteos varios en torno a la identidad social y los límites de la moral, un pulso neutro que obvia la mayoría de los clichés símil comedia de situaciones, y el interesante desempeño de un elenco en el que se destacan Steve Buscemi, Melonie Diaz, Method Man, Ellen Barkin y Dustin Hoffman. Sin llegar a maravillar, el film por lo menos quiebra un patrón de vulgaridad e insignificancia…