La crisis de los preadolescentes con su núcleo familiar es el punto de partida de "En un mundo mejor", el filme de Susanne Bier que merecidamente ganó el Oscar como mejor película extranjera de 2010. La directora quiso contar la difícil subsistencia del que suelen llamar "el distinto", ya sea porque tiene "boca de rata", como uno de los protagonistas, o porque es sueco en una sociedad dinamarquesa. La película cruza la historia de dos pequeños amigos que tratan de abrirse paso ante la hostilidad escolar y el conflicto existencial y de pareja de sus padres. Uno de ellos es un médico que comparte su vida entre la atención de refugiados en Africa y los momentos de incertidumbre de un matrimonio a punto de quebrarse. La directora danesa, que logró una fotografía ejemplar, conmueve e invita a la reflexión.