Sólo para los fans de Cruise y las de acción.
Roy es el típico agente todoterreno del FBI, ese que es capaz de todo por un objetivo. Y la misión pasa por obtener un artefacto de energía eterna que, claro, en poder del enemigo puede ser fatal. El tema es saber quién es el enemigo, primer ardid de la trama de Mangold que, lamentablemente queda en el camino. Es que la película desanda en una suma de efectos especiales poco creíbles, autos que se destrozan, asesinatos sórdidos y muestras de una espectacularidad vacía de contenido. Tom Cruise vuelve a hacer de Tom Cruise y Cameron Diaz sólo explota su rostro bello pero sin un atisbo de expresión subyugante. Los personajes de ambos se lanzan en una cruzada que va de Washington, a las rutas alemanas y de allí a la Plaza de Toros de Sevilla, en un derrotero en el que es muy fácil darse cuenta quién se vestirá con la ropa de héroe. Nada nuevo.