Humor y súper acción
Con razón Tom Cruise y Cameron Díaz la eligieron. Encuentro explosivo es una muy buena película. Desde que hizo filmes como Misión imposible se sabe que a Cruise le llueven ofertas similares, muchas muy tentadoras seguramente. Pero él había dicho que no quería repetirse y seguramente vio algo diferente en este proyecto como para involucrarse en él.
Esa diferencia es el muy potable sentido del humor que destila la historia de Encuentro explosivo. En cuanto a Cameron Díaz, el ángel que suele trasuntar en la pantalla se condice con su nuevo papel, el de June Haven. Muchos papeles de Diaz muestran a una chica linda, sencilla, pícara e inteligente que sabe extraerle sus mejores zumos a la vida. Hasta en esa espectacular película cargada de ira y venganza que es Pandillas de Nueva York, de Martin Scorsese, su presencia ilumina el duro paisaje urbano cada vez que se le aparece a Leonardo Di Caprio, el huérfano lumpen con el que se enamora.
A June le pasa algo similar. Tropieza dos veces en un aeropuerto con un apuesto hombre, y cuando se despierta en su casa, varias horas más tarde, ya le pasaron más cosas que todas las que probablemente ocurrieron antes en su vida. A June la flechó la galantería del agente secreto Roy Miller, se estrelló en un avión, le dieron un somnífero, le advirtieron que cuando despertara irían a buscarla, pero debía negar todo.
¿Negar qué? Ahí está el aderezo de esta historia, que para qué engañarse es sabido cómo va a terminar, pero tiene su condimento en el cómo, en el modo en que se concatenan los acontecimientos: con muchas sorpresas, mucha imprevisibilidad, y el sentido del humor.
La fotografía le dan una ambientación de ensueño a la gran persecución de que retrata esta película.