El director sudafricano Gavin Hood estrena su nuevo film con la última participación del actor británico Alan Rickman en las grandes pantallas, en un drama político que mantiene la incertidumbre hasta el último minuto.
Enemigo Invisible es un film político que transcurre a lo largo de una misión secreta comandada por la Coronel Katherine Powell (Helen Mirren) contra un grupo terrorista que se encuentra en la ciudad de Kenia. La operación para destruir su objetivo con la más avanzada tecnología se da en la base militar de Las Vegas, en Hawaii y en Londres. Pero la misma se ve afectada cuando el piloto del avión no tripulado, Steve Watts (Aaron Paul), ve a una niña en la zona de peligro que le hará plantearse su moral y retrasar la misión.
La película recalca de una manera impecable las complicaciones del uso de las nuevas tecnologías junto a las operaciones militares, como también la fría relación de lo políticamente correcto y lo moralmente aprobado por la sociedad. El relato se centra en la devoción de la Coronel Powell por detener a la organización terrorista que viene investigando desde hace tiempo. Llegado el día del ataque lo que menos iba a pensar es en el denso y lento proceso de permisos y protocolos que deben seguir una vez modificada la misión.
Con una buena dirección de Gavin Hood (X-Men Origins: Wolverine, 2009) quien utiliza los recursos necesarios para crear la omnipresencia en todo momento, respetando fielmente el guion, escrito por el británico Guy Hilbert (Five Minutes of Heaven, 2009), el cual presenta algunos huecos en la historia o ambigüedad en sus personajes pero brinda una interesante historia.
Helen Mirren se lleva todos los laureles al interpretar una mujer fría e inflexible, junto a Alan Rickman con un personaje poco activo pero impecable en su puesto. El resto del elenco no deslumbra pero acompaña a estas dos grandes figuras a la cabeza.