Dirigido y escrito por Lucía Ruiz, Esa película que llevo conmigo es un documental que bucea en la historia de los abuelos de la familia de la realizadora, exiliados de España durante la Guerra Civil Española.
A partir de videos que Lucía Ruiz encuentra de un viaje que realizó en el 2000 junto a sus abuelos a Europa, a ella se le despiertan las ganas de rearmar su historia familiar. A través de un mapa, de entrevistas, algunas pasadas, algunas realizadas por ella, otras no, y algunas más actuales, intenta reconstruir de dónde viene.
Su abuelo hoy no está pero tiene una entrevista grabada en la cual cuenta bastante, pero también ella se da cuenta de que hay cosas que no dice y, sobre todo, cosas que no preguntó. Entonces empieza a buscar su historia por los alrededores.
El documental se termina armando como una especie de collage de testimonios, incluyendo los de personas que ella conoce durante el viaje y que terminan de retratar la experiencia de vivir durante la Guerra Civil Española. “Ningún documento nos iba a contar la historia como nos la contaron esas personas”, narra con su propia voz. La directora le cede el tiempo necesario a cada una de esas entrevistas.
Es que en esta película chiquita también aflora mucho de diario personal. Especialmente ya cerca del final, cuando ella nos habla sobre su propia persona, permitiéndose incluso reflexionar sobre la figura de la mujer y su actual posición.
Pero el centro, el esqueleto de esta película, es el armado del árbol familiar. Un árbol que intenta construir sobre el piso con carteles, objetos y fotos y, especialmente, por medio de las historias. “Armar un poco la historia aunque sea para mí”. Una fotografía conformada por varias fotografías a través de un collage.
En esta ópera prima, Lucía Ruiz dirige un documental personal y sensible sobre las raíces de su familia y lo hace con una voz universal y poética para terminar de darle forma a esta historia rescatada. Una reconstrucción que dispara el recuerdo de un viaje y entonces lleva a uno nuevo.