Hugh Grant, Marisa Tomei, Chris Elliott, J.K. Simmos y Allison Janney forman parte de “Escribiendo de amor” (“The Rewrite”) la nueva película del director y guionista Marc Lawrence (“Music and Lyrics”- “Two Weeks Notice”), que se mete otra vez en una mezcla de road movie con comedia romántica, que se mete otra vez a dirigir Hugh Grant y en líneas generales está muy bien.
Hugh Grant le da vida a Keith Michaels, un guionista que tuvo su momento de gloria, recompensado con un Globo de Oro, esposa e hijo. Todo se perdió, su familia ya no está con él, su película pasó y no logra conseguir ningún trabajo en la industria que tanto le dio.
Por suerte, su agente tiene un trabajo para él, pero para esto debe alejarse Hollywood para ir a dar clases de guión a Binghamto, una ciudad oscura, en la que siempre está nublado, en el norte de Nueva York, nuestro protagonista no puede decir que no, así que acepta el trabajo.
En esa ciudad deberá darse cuenta qué es lo que quiere de su vida, deberá decidir entre seguir siendo ese hombre soltero, mujeriego y borracho que vino de Hollywood o madurar en Binghamton. Además conoce a la bella y optimista Holly (Marisa Tomei) una madre soltera que tiene dos trabajos para poder mantener a su familia y al mismo tiempo estudiar en la universidad. Holly es totalmente lo opuesto a Keith y es uno de las principales atracciones para él.
Nuestro protagonista se encontrará con un grupo de universitarios que quieren escribir, que tienen muchos sueños y él deberá instruirlos.
La película está bien, Marc Lawrence toma buenas decisiones, como usar la voz en off en un momento, o en vez de usar un falsh-back para contar cómo llegó a ser el hombre que era decide mostrar un video de Youtube de cuando recibe su premio y deja todo bien claro. También acierta a la hora de elegir el tono en el que se va contar la historia, con actores grosos, que pueden hacer reír, pero siempre tratando de contar algo serio lo más real posible.
No es una película que aburra, está bien contada, en un género en el cual es difícil encontrar alguna historia interesante que no se vuelva un enorme cliché. Pero creo que la clave de “Escribiendo de amor” es el tono que elige: Serio, gracioso y real.