Esta nueva propuesta del director de “Guerra de papas” y “Guerra de papas 2”, es una grata sorpresa para toda la familia que relata la historia de una pareja que decide formar su familia recurriendo a un programa de “padres temporales”, encontrando no solo a un grupo de personas en la misma situación que ellos, si no la posibilidad de llenar el vacio de su cotidianidad con un grupo de tres hermanos.
“Los temporales”, como se los llama en la película, deciden hacerse cargo de los niños por un tiempo, para luego concretar el proceso de adopción, o bien, si los padres biológicos están aptos según la mirada de justicia para volver a estar con sus hijos, desprenderse de ellos, con el dolor que esto implica, si bien uno sabe a qué se somete cuando decide ingresar en ese sistema.
En el filme, Mark Wahlberg y Rose Byrne se consideran demasiado adultos para tener sus propios hijos, y lo que empezó como una idea hasta alocada termina conviertiendose en una decisión: adoptar. Mas allá que las miradas de la familia intimidan y prejuzgan a la pareja por lo decidido, ellos siguen adelante y convierten esa idea en realidad.
Los diferentes modelos de familia, que no corresponden ya a padres que conciben a sus propios hijos, sino que también considera la adopción como una forma para cumplir el sueño americano de familia ideal se relata de forma inteligente, sensible y enternecedora, y si bien a la pareja ideal que componen Whalberg y Byrne se les complica convivir con 3 niños después de haber estado solos por mucho tiempo, se dan cuenta, a lo largo de la película del amor que les tienen y de lo desolador que seria vivir sin ellos
Los dos grandes ejes sobre los que trata el filme son la relación adoptado/adoptante, pero también hijo/madre biológica, estos dos mundillos, que tienen como protagonistas a los más chicos (que llevan adelante un conmovedor trabajo), es una arista que la película recorre para mostrar la parte más dura del proceso adoptivo.
De forma simple pero eficiente, con pasajes emotivos y cómicos, “Familia al instante” no solo logra emocionar al espectador si no que también permite reflexionar sobre un modelo de familia que no necesita de una cuestión genética para consolidarse. Una opción divertida para toda la familia