Flash

Crítica de Maia Ciávatta - La Prensa

Se sabe que el cine de superhéroes está en franco declive. Los dos bastiones del género, Marvel y DC Comics, están siempre a la búsqueda de una nueva historia o vuelta de tuerca para devolverle el esplendor a ese tipo de películas. Así que la labor que le habían encargado los estudios DC al director argentino Andy Muschietti (‘It’, ‘It capítulo II’, ‘Mamá’) era titánica. No sólo tenía que crear un hit de taquilla sino también una película que reinicie todo el universo, para que la franquicia no se detenga.

Y vaya que con ‘Flash’ lo logró. La película protagonizada por Ezra Miller toma elementos del cómic de edición limitada ‘Flashpoint’ de 2011 y presenta nuevamente al personaje de Barry Allen (Miller), que ya había aparecido fugazmente en ‘Batman vs. Superman: El valle de la Justicia’’, de 2011; ‘Escuadrón suicida’, de 2016, y ‘La liga de la Justicia’, de 2017.

Y mientras en ‘Batman vs. Superman...’, Flash aparece para dejarle un inquietante mensaje al Batman encarnado por Ben Affleck, en ‘Flash’ trabajan de manera mancomunada: el hombre murciélago lucha contra el crimen y Barry usa su velocidad para salvar vidas en casos extremos.

ES POR AHI

Hasta ahí todo parece ir bien. Pero en su vida de civil, Barry sigue obsesionado con poder sacar de la cárcel a su padre (Ron Livignston), quien está injustamente encarcelado por el asesinato de su madre (Maribel Verdú). Como sus esfuerzos en el Departamento de Criminalística de Central City no son suficientes para lograrlo, no tiene mejor idea que utilizar la speed force para viajar a través del tiempo y salvar a su madre, evitando su muerte.
Pero, lamentablemente para el ansioso, sensible y atolondrado Barry, no todo lo que brilla es oro, más bien todo lo contrario. Es difícil -por no decir imposible- brindar detalles sin spoilear la película porque el recurso del viaje temporal -con la distorsión de tiempo y espacio que eso trae aparejado- hace que todo sea posible, incluso que haya dos Barrys y dos Batman.

Ya en el extenso trailer con que se promocionó el filme se supo que Michael Keaton (que interpretó a Batman en 1989, dirigido por Tim Burton) vuelve a ponerse el traje acá, pero a lo largo de ‘Flash’ hay más cameos nostálgicos, regreso de villanos conocidos (como el malvado Zod interpretado por Michael Shannon) y la introducción de la ascendente Sasha Calle como Supergirl. También hay pistas sobre cómo puede seguir la historia, que seguramente los fanáticos no dejarán pasar.

Es por eso que todo el tiempo la película se siente como el homenaje que Muschietti quería hacerle a las películas de superhéroes, conectando con su propia infancia pero satirizando también ese mundo, hasta con algunos toques bizarros pero sin faltarles el respeto a los puristas del género.

El humor es una constante a lo largo de la película, como así también la emoción. Hay altas dosis de emotividad, momentos en los que Miller realmente se luce, de manera que la empatización con el hombre de traje carmesí está asegurada, amén de los problemas con la ley que tuvo el actor en la vida real y por los cuales casi se queda afuera de la película.

Claro que el despliegue visual es magnífico -sobre todo en la recreación de ese multiverso creado por el cruce de líneas temporales, que es espectacular-, pero lo más destacable de ‘Flash’ es que le devuelve el corazón a un género que últimamente venía decepcionando.