En otra dimensión la malvada Vetvix se roba la “Pistola MezclaMole” y planea utilizarla para dominar el universo. El Escuadrón de las Mascotas no logra detenerla y se ven derrotados, sin embargo su líder Garzooka escapa y planea crear un nuevo escuadrón. Para eso, viaja hacia otra dimensión donde Nermal, Odie y Arlene se convierten en el nuevo Escuadrón.
Si bien Jim Davis, el creador de Garfield es quién está detrás del proyecto y escribió el guión del mismo, no se puede decir que estemos frente a una película de Garfield, al menos para los seguidores del comic y la serie de televisión Garfield y sus Amigos. Primero y principal porque la participación de Garfield no lo es todo en la película, sus amigos tienen mucha importancia, lo mismo que su doble de otra dimensión, Garzooka. Por otro lado, la personalidad de los personajes varia levemente, esto quiere decir que Arlene no es como la conocemos, y Nermal tampoco. Como si fuera poco, no poder disfrutar del trío Jon, Odie y Garfield en ningún momento cierra por completo la idea, tendrá el nombre en el título, pero no es una película del gato naranja.
Por otro lado, los antecedentes cinematográficos del querido gato no son muy buenos. Si bien contaban con la participación del genio de la comedia Bill Murray, Garfield y Garfield 2, fueron bastante decepcionantes. Lejos estaban de mostrar las cómicas situaciones a las que estamos acostumbrados, ni el protagonista lograba mostrar todo el carisma y simpatía que realmente tiene. Aún así la idea de una película en animación escrita por Davis entusiasmaba, olvidarse del gato en CGI y de los actores en carne y hueso (aunque Jennifer Love Hewitt es algo de lo que el autor de esta reseña no querría olvidarse). Una vez más, el resultado fue igual de bochornoso.
La película es tonta. No confundamos con la sencillez original de la tira, sencillo es divertido y fácil de entender para los chicos, y está película no lo es. Pistolas que mezclan moléculas, animales con el mismo ADN, saltos de dimensión en dimensión, no son precisamente sinónimo de sencillez. Así que para compensar lo llevaron a un nivel de estupidez elevado, y para mantenerlo parejo, dejaron todo a la misma altura. Con esto me refiero a que no hay una sola chispa de originalidad, que cometen errores burdos (“Los declaro emperador y reina” dice un personaje). Todo esto sumado a que no hay ningún gag o chiste más allá de lo que se ve en el trailer. No se escucharon risas en ningún momento en una sala repleta de chicos. Ahora, como si todo esto fuera poco, el 3D no tiene nada especial. La calidad de la animación es paupérrima por lo que la profundidad del 3D se pierde en una falta de detalle que hace retroceder a la animación por computadora a una era pre-Toy Story, o sea, antes del primer largometraje hecho con esa tecnología.
En síntesis, aburrido intento de comedia a costa de una de los personajes más queridos del mundo del comic y los dibujitos.