Este jueves 4 de junio se estrena en la plataforma Cine.Ar Play, la película Gauchito Gil, ópera prima de Fernando del Castillo. Se trata de una ficción basada en la vida de Antonio Mamerto Gil Núñez.
Son muchas las películas y documentales que se han hecho en torno a la figura del Gauchito Gil. En esta ocasión, el director Fernando del Castillo nos presenta una ficción con tintes dramáticos, donde se aleja del lado más místico de este personaje y, en cambio, nos muestra un costado más mundano sobre quién fue Antonio Mamerto Gil Núñez. Es así que lo veremos al Gauchito Gil no sólo revelarse ante las figuras de autoridad abusivas, sino también sufrir, enamorarse y luchar por hacer valer los derechos.
La fotografía, muy cuidada, nos ayuda a sumergirnos de lleno en este mundo cruel, donde sólo parece correr sangre, principalmente, de personas inocentes. Las vivencias de este mundo y del protagonista también se ven remarcadas gracias a la música, la cual explota en los momentos claves de la trama. El sonido ambiente, prevaleciente en diversos momentos, nos hace sentir presentes en el lugar de los hechos que acontecen.
Las actuaciones, por su parte, le quitan gran credibilidad al relato. Muchas de ellas resultan exageradas y forzadas. Este punto no aplica para Roberto Vallejos, quien se pone en la piel del Gauchito Gil. El “negro” Vallejos se mete de lleno en el papel y nos entrega una actuación sólida, que ayuda a empatizar automáticamente con su personaje.
Debido a que Fernando del Castillo nos presenta una historia ficcionalizada sobre el Gauchito Gil, hay cuestiones que resultan bastante fuera de lugar. Relaciones forzadas que no llevan a ningún punto y que desentonan, por completo, con el clima general. Si bien la trama está basada en la figura de Antonio Mamerto Gil Núñez, la realidad es que no se le hace realmente justicia a lo que él fue. Gauchito Gil funciona más como un drama general que como una obra sobre este personaje en cuestión.
La historia creada por Fernando del Castillo es correcta, pero no llega a rendirle realmente un homenaje a la figura del Gauchito Gil. Funciona mejor como una ficción simplemente inspirada en este particular personaje argentino.