Las películas sobre desastres naturales se definen como placeres culposos; la mayoría de estos films no son una maravilla técnica en un nivel total, pero de todas formas ofrecen que el espectador se olvide de sus problemas momentáneos y disfrute de un buen show. A veces tenemos películas que logran con creces este objetivo (por ejemplo: Tower Inferno, Poseidon, Lo imposible), pero hay casos en que la sobreexposición de elementos llevan a la completa aniquilación de una idea que en determinado momento resultaba divertida. Geotormenta es uno de los últimos casos.
La historia es simple pero confusa: en el 2019, y tras numerosos desastres naturales, las principales naciones del mundo reunieron a sus más brillantes científicos -historia conocida- para desarrollar un sistema de defensa llamado “Dutch Boy”. Este sistema se encarga de controlar los cambios climáticos por medio de satélites ubicados alrededor del planeta. Todo muy lindo hasta que el sistema empieza a presentar fallas catastróficas y los desastres naturales golpean la Tierra de una forma brutal e inesperada.
Estamos hablando de una película con una capacidad de asombrar a las personas ofreciendo un simple y directo caos a la carta, no hay mucho que pedir… ahora bien, este film dirigido por Sean Devlin descarta todo lo relacionado con entretenimiento y se torna un pobre intento desaprovechado. La película pasa demasiado tiempo presentando personajes absolutamente prescindibles -los cuales aparecen y desaparecen como por arte de magia-, desarrollando subtramas mediocres que no repercuten en la mente del espectador, y aunque no lo crean, mostrando situaciones vergonzosas para este tipo de películas; el director ofrece este festival de lo absurdo de una manera desinteresada y aburrida. Vemos desastres naturales, presenciamos muertes y deseamos que la cosa mejore… pero no lo hace, oh no…
Entre los grandes nombres que figuran en el elenco los únicos que se pueden llegar a destacar son -obviamente- Gerard Butler, Andy Garcia y Abbie Cornish. Estos tres actores brillan por su selección de rol más que por su interpretación; Cornish sorprende como un agente del servicio secreto y entrega la intensidad necesaria para que su papel se vea creíble e interesante; Garcia se pone en rol del primer presidente latino de EEUU, y aunque no lo crean, le sale muy bien; y último pero no menos importante, Gerard Butler se destaca como la potencia principal del film y deja todo en su rol protagónico; el problema: su presencia como héroe de acción se desaprovecha como nunca antes ya que su personaje está extremadamente lejos del conflicto principal. El resto del elenco cumple roles olvidables, unidimensionales –Ed Harris, Zazie Beetz y el insoportable de Eugenio Derbez– y realmente no importa si sus respectivos personajes terminan vivos o muertos, son simples caras bonitas que llenan huecos en los espacios.
Lo peor de lo peor de Geotormenta (Geostorm, 2017) es el guión, este resulta una bastardeada a todo esfuerzo de escritura en años. Las películas de desastres naturales no son santo de devoción de guionistas experimentados, pero Dean Devlin y Paul Guyot cavan sus propias tumbas exhibiendo una nula capacidad de ofrecer coherencia a la historia. Toda acción es un cliché absurdo que ni de cerca logra sorprender al público; no hay un motivo sólido que justifique el desencadenante de la trama y para subrayar: es el colmo que en una película de 110 minutos los desastres naturales sucedan pasando la mitad de la misma -es algo imperdonable que lleva a la película a categoría bodrio – y decir esto en este género es sorprendentemente singular. Destaco escenas hilarantes de presentación forzadas con respecto a “héroes de segundos”: Devlin pone en la lente de la cámara a diferentes personajes tratando de que por algún hecho trágico se ganen el corazón de la sala, entre estos héroes mínimos tenemos a un jeque hospedado en el Burj Khalifa, una señora que corre por su vida víctima de una lluvia de granizo gigante, el clásico niño con su perro perdido en el caos a su alrededor y claro, imposible de faltar, el desafortunado señor al cual la muerte con forma de ola gigante le persigue los talones… todos estos personajes son ley en estos tipos de películas y en Geotormenta están más patéticamente presentes que nunca. Plus: el “síndrome Armageddon” tiene que terminar cuanto antes.
Estamos ante un film que fracasa en todo, así de simple. Geotormenta es absurdamente aburrida y carece en lograr un mínimo entretenimiento en el público. Da pena ver a Gerard Butler en una seguidilla de malas decisiones; si nos ponemos a pensar es el encargado de interpretar al -en mi opinión- mejor héroe de acción de los últimos 10 años, Mike Banning. Lamentablemente, con esta película cae un peldaño más abajo por apostar nuevamente a un film que tranquilamente se pudo realizar en los confines de Asylum Productions. Si quieren auto-castigarse en las salas Geotormenta es una gran decisión, mucho más no se puede decir.