Anexo de crítica: Con un poco de Rocky (1976), otro tanto de Halcón (Over the Top, 1987) y mucho de la recordada El Campeón (The Champ, 1979), Gigantes de Acero (Real Steel, 2011) se impone como un entretenimiento familiar a la antigua que cumple dignamente con la cuota estándar hollywoodense de CGI. Los atisbos humanistas de la trama y el gran carisma de Hugh Jackman compensan en parte la torpeza general del realizador Shawn Levy...