Adam Wingard trae – por fin – el enfrentamiento entre dos de los más emblemáticos monstruos de la historia del cine. Protagonizada por Millie Bobby Brown, Alexander Skarsgård, Eiza González, Rebecca Hall, Brian Tyree Henry, Demian Bichir y Kyle Chandle, este enfrentamiento es soñado pero no decisivo.
Primero lo primero: la película enfrenta a estos dos majestuosos monstruos en una época contemporánea y tiene el lujo de dar rienda suelta a efectos especiales. Es sorprendente ver a Godzilla y a Kong a las piñas, no obstante el problema es que todas estás secuencias se sienten a medio cocinar, con una falta de momentos decisivos que ponen en duda el objetivo de «uno sólo saldrá victorioso». Se ve todo y se disfruta pero al mismo tiempo un sentimiento de insatisfacción se hace presente; no hay alma en este pleito.
En parte se debe a un guión a cargo de Eric Pearson y Max Borenstein que se concentra en las guirnaldas y no en la fiesta en sí. No sólo entramos en un terreno de ¿quién es el monstruo alpha? sino también en subtramas sobre una posibilidad de una tierra hueca, conspiraciones, una nueva amenaza monstruosa y claro, una Millie Bobby Brown innecesaria que su único objetivo es tentar al público teen a comprar entradas. Hay demasiadas cosas absurdas sucediendo en simultáneo para que realmente interesen y la gente quiere algo simple: ver a monstruos pelear.
El factor humano complementa muy bien este duelo. Los puristas tal vez se sientan decepcionados sobre el peso que tienen estos personajes y la consecuente relegación de los monstruos por esto (Godzilla es desaprovechado), algo arriesgado pero en Godzilla vs. Kong las cosas funcionan. Skarsgård lleva la batuta, Hall y Tyree Henry acompañan muy bien como coprotagonistas, la hermosa Eiza González utiliza su encanto para ocultar sus verdaderos motivos presenciales y Bichir da una vuelta de tuerca a la situación y demuestra que no siempre tiene que ser un simple rol de minion, la mano derecha del cerebro de la operación, sino el encargado de dar las ordenes… para bien y para mal.
Si nos extendemos a los monstruos el rey de esta película es Kong. El gorila es el protagonista indiscutible de esta cinta, sin dudas él es el encargado de solucionar y mover la trama. Además no es difícil encariñarse con él ya que lo humanizan de tal forma que prácticamente es más humano que un humano; por otro lado Godzilla es un instrumento de ayuda, algo que está de paso. Esto es un error abrumador ya que tenemos en el mismísimo título su nombre dominando al resto y la realidad es una decepción copada que cumple pero no lo suficiente para que las galeras vuelen… al lagarto gigante no le hicieron justicia.
Empieza la pelea
¿Es entretenida? sí ¿ofrece lo que los fans querían? también, pero a medio camino y con un conjunto de reacciones y deus ex machina sin sentido; por fin se ve la batalla entre dos titanes de la industria… pero no de la manera que se esperaba. Agarren los pochoclos, desconecten el cerebro y vean esta película como tiene que ser vista: en pantalla grande. Valoración: Buena.