De los mitos más antiguos, el del Golem sigue ejerciendo una fascinación especial. Creado de barro para proteger al pueblo judío, se volvió un precursor de los autómatas y del monstruo de Frankenstein. Pero a diferencia de la criatura inventada por Mary Shelly, no tuvo una presencia fuerte la literatura y el cine. El exponente más destacado sigue siendo la novela El Golem, de Gustav Meyrink, y Jorge Luis Borges le dedicó un poema. Por el lado de la pantalla grande, fue tema en producciones alemanas del período mudo (precursoras de la vanguardia expresionista de ese país), pero nunca fue tenido en cuenta seriamente en films de Universal Pictures o de Hammers Films para que pudiera volverse un ícono de la cultura pop. En Europa jamás pierde vigencia, y es la figura central de la producción israelí Golem: La leyenda.
Hanna (Hani Furstenberg) vive atormentada por la pérdida de su hijo. Hace lo posible por no quedar embarazada y volver a sufrir, pero sufrimiento es lo que abunda. Los altos mandos de la aldea no tienen un buen concepto de ella por no volver a procrear, lo que consideran el mandato básico de una mujer. Y como si fuera poco, un grupo de forajidos antisemitas amenazan la seguridad de los lugareños. Ella decide dar pelea, y para eso se adentra en los estudios de la Kabbalah con un fin específico: crear un Golem. Lo consigue, aunque el ente sobrenatural aparece encarnado en la forma de un chico. Hanna se encariña con él, pero sabe que su razón de ser sigue siendo la de matar… y no sólo a los enemigos del pueblo judío.
Aun sin proponérselo, la película mezcla el subgénero de los monstruos y el de los niños diabólicos, con buenas dosis de suspenso, muertes y un clima heredero del terror gótico. Pero los hermanos Doron & Yoav Paz logran darle profundidad a la historia y a los personajes para que no quede un producto sin alma. Esta criatura puede ser tan tierna como intimidante y feroz, y mantiene un lazo especial con Hanna.
La historia también toca temas como la maternidad, el odio, la venganza y los oscuros encantos del Mal, con un enfoque feminista. Hanna tiene iniciativa, elije no seguir los mandatos de su comunidad (parte de las bendiciones del rabino incluyen la fertilidad), y para defenderse, buscar aprender conocimientos que sólo parecen exclusivos de los hombres. El surgimiento del niño Golem representa una segunda oportunidad como madre, pero también la lleva a perder la razón y actuar de manera impulsiva, perversa.
Golem: La leyenda es una interesante vuelta de tuerca al mito hebraico, y deja en claro por qué tiene las condiciones para ser recibido, alguna vez, en el Monte Olimpo de los monstruos de la cultura pop.