Familia siniestra
Una película austríaca reproduce el espíritu de los mejores filmes del género de terror y captura al espectador merced a una intriga que se mantiene intacta hasta el último fotograma.
Las mejores películas de terror suelen llegar en los últimos tiempos de los países más inesperados. En diciembre se estrenó "Los Hijos del Diablo", de Irlanda, y poco después llegó "La Cabaña del Diablo" de Colombia; para luego dar pie a la local "Resurrección", que terminó de demostrar que el género ya no es patrimonio del cine anglosajón.
En esta ocasión llega a las salas argentinas "Goodnigh Mommy", cuyo origen se sitúa en Austria y que cuenta con el protagónico de tan sólo tres actores.
La historia se centra en los gemelos Lukas y Elías, que esperan el regreso de su madre, quien sufrió un accidente que dejó su cara muy lastimada, por lo que tuvo que ser sometida a una cirugía estética.
Sin embargo, el aparente extraño comportamiento que muestra la mujer a su regreso, y la imposibilidad de ver su rostro al completo debido a un vendaje que utiliza casi permanentemente, hacen suponer a los niños que ella no es su progenitora sino una impostora.
Debido a esto, los dos pequeños idearán un plan para desenmascararla (literalmente) y descubrir qué ha pasado con su mamá.
El título, retocado el mercado anglosajón, hace referencia a un juego de palabras entre "mamá" y "momia" pero el filme encara para otro lado, el del terror sugestivo, incentivado apenas por pequeños planos y pistas que los directores Verónica Franz y Severin Fiala que van indicando un camino de salida que termina yendo en una dirección totalmente inesperada.
Con una producción por demás modesta, la película está filmada casi totalmente en una casa de dos plantas pero los climas que genera se expanden como un globo que de repente explota y sorprende.
Quizá no sea "la mejor película de terror de los últimos tiempos" como reza la promoción, y quizá ni siquiera es terror lo que produce sino intriga y misterio permanente, pero de lo que sí puede estar seguro el espectador es que "Goodnight Mommy" no defrauda.